jueves, 18 de septiembre de 2014

Cap 16: Ian


-¡Mira amo esa tienda! – Gritamos las dos al unísono, a lo cual reímos por lo sucedido, entramos a la tienda que vimos y empezamos a mirar y probarnos las cosas. Era la tercera tienda que habíamos visto y Matt ya tenía diez bolsas, claro sin contar las pequeñas que estaban adentro de estas. 

-Me voy a quedar sin manos antes de que lleguemos a la próxima tienda – Se quejó este – Hay tú tienes un novio por lo menos llámalo para que me ayude. 

-Buena idea Matt, además así el podrá darme su opinión sobre lo que me pruebe, ya vengo – Vi como Hayley salió corriendo al probador con una falda de flecos y con el celular ya en su oreja. 

Agarre un vestido blanco que me llegaba un poco más abajo de las rodillas, de estraple con la parte de abajo ondulada y en la cintura tenía una tira negra amarrada en un lazo, era sencillo y a la vez hermoso. Fui a uno de los vestidores y me lo probé, me miré en el espejo y me encanto, estaba a punto de quitármelo cuando oí la voz de Hayley. 

-Ya sé que estas ahí, ¡Sal para que los dos te podamos ver! – Grito emocionada, suspire y Salí con una sonrisa del probador. 

Vi como Hay sonreía de oreja a oreja, podría jurar que de no ser que estábamos en un lugar público hubiera aplaudido como loca, se acerco hasta mí para observarme mejor algo que me incomodo un poco pero me pareció gracioso a la vez. 

-¡Este vestido te sienta espectacular! –Dijo con una sonrisa en su boca – Deberías comprártelo – Sonreí por el elogio, le iba a responder cuando nos interrumpieron. 

-Wow… - Volteé a mirar a Matt, el cual tenía una gran sonrisa en su cara, las mejillas algo coloradas y podía sentir como me escrutaba con su mirada de arriba hacia abajo – De verdad que te queda espectacular – Me sonrojé ante el comentario, se me acercó más de donde estaba para mirarme mejor, agarro una de mis manos y me dio una vuelta. De repente me encontré al frente de él, tanto que sentía el roce de nuestros cuerpos, levanté la vista y me encontré con su cara a pocos centímetros de la mía – Te ves hermosa. 

Me soltó y antes de darme la vuelta juré ver que se mordía los labios mientras sacaba una diminuta sonrisa. Me metí en el probador, me cambié, agarré el vestido y salí. No había rastro alguno de Matt o de Hay, suspire y emprendí mi camino a la caja para pagar el vestido. 

-¡Bu! – Di un salto el cual causó que se cayera el dinero con el que iba a pagar, el muchacho de la caja soltó una risa y le sonrió coquetamente a la persona que tenía detrás, me sonroje y le di el dinero. 

-No deberías hacer eso, es malo para la salud – Tranquilamente agarré la bolsa donde yacía el vestido, volteé y me encontré con la sonrisa gigante de Hayley en su cara, me agarro de la mano para salir de la tienda y dirigirnos a un Starbucks que estaba en el mismo mall, donde a lo lejos podía ver a Matt hablando con un chico, al cual no pude distinguir muy bien. 

-Te va a encantar, él que está ahí con Matt es mi novio, Ian – Me soltó la mano y fue más rápido con ellos, se veía tierna de esa manera. 

Sonreí y dirigí mi mirada al fondo del café, no podía ver muy bien pero logré ver unos profundos ojos grises, me dirigían una mirada cargada de odio y frustración como si esperaba algo, cerró sus ojos para luego volver a abrirlos los cuales ahora estaban de un color rubí y antes de que pudiera dar un paso más, me había sumergido en la oscuridad. 




Abrí los ojos y me encontré en la negrura total de una habitación que parecía no tener fin alguno, no habían puertas, ni ventanas, ni alguna luz. Me encontré aterrada a la situación, ¿Cómo había llegado hasta acá? Matt y Hay se hubieran dado cuenta de que me había desmayado o ¿Estarían tan ocupados como para no darse cuenta? Auch. 

-¿Hola? – Resonó el eco de mi voz, debía de estar alguien aquí, si no,¿Cómo carrizo había llegado? Quería dar un paso pero tenía miedo de que cayera en un pozo sin fin, ya que no podía ver por donde pisaba, decidí mejor quedarme en donde estaba. Su risa resonó en la habitación sin fin, tenía un tono macabro y oscuro – ¡Por lo menos da la cara! 

-Pronto, muy pronto estarás aquí – Susurró bajito, tanto que apenas pude escuchar… 




-¿Val?, ¡Val, por favor despierta! – Abrí los ojos lentamente, mientras me tocaba la cabeza con las manos, la cual daba vueltas por el golpe - ¡Oh, gracias a Dios! – Oí exclamarle a otra persona, pero no reconocía su voz, pero me resultaba demasiado familiar. “Ush, genial. Otra persona a la cual olvidé gracias al secretillo ese”

Mi vista se acomodó y mi cabeza dejó de darme las vueltas, me encontré sentada en una silla, no muy cómoda teniendo en cuenta de mi dolorosa caída, pero algo es mejor que nada. Observe a las personas que tenía delante de mí. Estaba Matt en el centro con una cara de preocupado que me daba algo de risa pero me contuve, a su derecha estaba Hay que me miraba cariñosamente y a la izquierda de Matt estaba un chico, el dueño de esa voz, pero su cara no me parecía para nada familiar. “Genial, me estoy volviendo loca”. Su pelo se notaba de un color café claro algo despeinado, su piel, de un color tostado color rosado, sus ojos denotaban un azul profundo pero a la vez claro, del cual me perdí un poco, sus labios de un color mas rosado que los míos, su nariz y toda su cara era perfilada, pero se notaba tenso, podía notar como denotaba a la vez frustración con confusión y me miraba como si me conociera. Me sentía algo incómoda pero aun así no dije nada y me conforme con seguir observando. Tenía unos jeans sencillos de mezclilla, unas converse verdes oscuras y un suéter de lana verde moho, tenía las mangas remangadas hasta los codos, con el cuello un poco alto. De repente una luz se prendió en mi cabeza. “Con que este es Ian…” 

-Tremendo susto el que me diste – Dijo Matt con un profundo suspiro a lo cual solo respondí sonriendo – A mi no me parece gracioso. 

-A mi tampoco – Resignada, volteé la mirada a un par de niños que iban agarrados de la mano, uno era un niño como de seis o siete años, con el pelo castaño, lo traía corto, era de tez blanca y tenía unos preciosos ojos azules. Su cara tenía un toque angelical que lo hacía ver tierno, me fijé que agarraba la mano de una niña de su misma edad, eran igualitos, parecíangemelos, ella tenía su pelo castaño, un poco más oscuro que el del chiquillo, en dos colas, era también de tez blanca, pero lo único que los diferenciaba eran sus ojos, ella los tenía cafés. Su cara tenía una mescla entre angelical y malicia que le daba un toqué inocente. Ambos me miraron con una sonrisa en sus pequeños labios para luego empezar a reírse inocentemente y empezar a correr entre la gente, para desaparecer así sin más… Noté que habían pasado solo cinco segundos mientras analizaba a esos pequeños así que volteé a verlo con un poco de malicia en los ojos – Pero al parecer mi sonrisa se parece a las morisquetas que hacen los monos – Puso los ojos en blanco por lo último que dije y me termino regalándome una cálida sonrisa. Mire a Ian y noté que estaba viendo divertido en la dirección donde hace algunos momentos estaban esos pequeños niños adorables. 

-¡Val por cierto! – Gritó Hayley – Este señorito que vez aquí – Dijo, mientras apartaba con su brazo a Matt haciendo que este se apoyara en el respaldo de su silla celoso mientras que murmuraba unas quejas. Hay agarro el brazo del que supuse que era Ian y lo abrazo hasta apoyar su cabeza en su hombro – Es Ian, mi novio del cual te conté – Respondió con una dulce sonrisa. 

-Encantado – Estreché su mano con gusto a lo que yo le respondía con un común “El gusto es mío” 




Después de estar un tiempo en el mall los chicos sugirieron que fuéramos a la casa de John para ver cómo estaban las chicas, sonreí con tristeza al recordar el accidente que tuvieron Brenda y Viviana, pero enseguida me envolvió una felicidad muy grande porque las iba a ver. Caminamos hasta el estacionamiento, los chicos nos hicieron llevar algunas de nuestras bolsas ya que les dolían los brazos, acepte con una risa pero de reojo pude ver como Hay hacia un puchero, esta agarro cinco bolsas y puso “dos” en una mano y “tres” en la otra. Nos paramos justo detrás del carro de Matt para ir guardando todas las bolsas en el maletero. 

-¿Cómo viniste Ian? –Preguntó Hayley con curiosidad. 

-Pues… Iba a venir en taxi pero John me dijo que tomara su camioneta, así que vine en ella, no está muy lejos así que mientras ustedes terminan de acomodar – Dejo las bolsas de Hayley a su lado. 

-Ian –Este volteó a mirarla con una cálida mirada mientras Hayley agarro su brazo y luego le dirigió una mirada maliciosa a Matt - ¿Qué tal si tú te llevas a Val para que así se conozcan más? – Abrí mis ojos como platos ante la propuesta de Hay y noté como Ian se puso un poco pálido pero recupero su color enseguida este asintió con una leve sonrisa y le beso su frente – Bueno ve por la camioneta mientras que nosotros tres terminamos de acomodar esto. 

-Tranquila Val, el no es tan tímido, solo que al lado de Hayley parece muy callado, bueno al lado de Hayley todo el mundo parece tímido – Me reí ante su comentario por el tono con el cual el que lo dijo y Hay aprovechó para darle un golpe en el brazo y fulminarlo con la mirada. 

Metí la última bolsa en la cajuela y Matt la cerró, justo en ese momento escuche una bocina, nos volteamos y vimos una camioneta negra con las ventanas polarizadas, parecía que hasta las ventanas fueran negras… De repente abrió la puerta del copiloto y pudimos ver como se asomaba Ian. 

-¿Qué esperas? – Me dijo con una sonrisa, le dio unas palmaditas al asiento y se acomodó en su puesto, me despedí de ellos con la mano y me monté. 


-¿Dónde queda la casa de John? – Pregunte algo nerviosa. Él me dirigió una mirada cálida y segura, luego la cambió luego por una triste pero inmediatamente volvió a mirar el camino. 
-Bueno… un poco más lejos de donde vives tú – Volteé a mirar por la ventana todas las casas que dejábamos atrás. 

-Una pregunta – Sentí como mis mejillas se tornaban de un color carmesí, sabía que me estaba viendo, pero no iba a voltear de ningún modo escuche un “Si claro” De su parte así que continué - ¿Por qué me miraste como si me conocieras? – Me atreví a voltear y le miré la cara, me miraba fijamente y se había puesto más pálido de lo normal de volvió su mirada a la carretera y en ese momento me arrepentí de haberle preguntado eso – Perdón, no quise…. 

-Tranquila – Suspiro y continúo – Es que… Tú eres igualita a ella, incluso aunque han pasado muchos años, me la imaginaba igualita a ti, como debería ser ahora… - Respiro profundamente y reprimió las lágrimas que se notaba que querían salir – Eres igualita a mi hermana, incluso su nombre era el mismo que el tuyo, por eso me puse así. 

-De verdad… lo siento mucho por tu hermana, enserio – Me sentía la más estúpida, insensible y egoísta lo volví a ver y noté como corría una lágrima por su mejilla “¡IDIOTA! Que insensible eres!” Estuve de acuerdo con mi subconsciente… - No… De haberlo sabido no hubiera preguntado. 

-No te preocupes, ¿Quieres saber más de ella? – Su mirada era triste, pero tenía una chispa de cariño, me sonrió dulcemente y se la devolví, pero negué con la cabeza – Me hará sentir mejor recordarla, ¿Sí? – Asentí, solo lo hice porque él de verdad quería – Bien, empezaré… 

martes, 9 de septiembre de 2014

“Concéntrate David… Tu puedes” Trataba de destruir el rayo de energía azul que venía a mi dirección, contraatacándola con otro rayo de energía pero blanco que salía de mi mano. Poco a poco el rayo azul iba retrocediendo, pero justamente pude sentir como algo frío y húmedo bajaban por todo mi cabello hasta llegar a mi cara y taparme la vista, haciendo que perdiera toda la concentración y debilitara el rayo banco dejando que mi oponente me diera un choque con su rayo azul, el cual logró tirarme hasta la pared, a la cual casi le hago una abertura. Cerré los ojos por el impacto y me quede inmóvil por unos cinco minutos. Abrí los ojos lentamente, mientras pasaba mi mano por mi cabeza y busqué con la mirada a esa persona que me había echado el agua fría.

-Hey hermano – Dijo Frank mientras ponía su mano en mi hombro y con la otra me ayudaba a pararme. Es mi mejor amigo, con el cual estaba luchando, tiene veintitrés. Él es de pelo liso color cobrizo algo largo, ojos marrones, cara algo ovalada, tez bronceada, alto, de cuerpo corpulento. Es algo tranquilo, gracioso, alegre y casi nunca se enoja, solo cuando lo provocan. Nos conocimos desde que entreno para controlar por así decirlo la energía, mi energía - ¿Estás bien?

-Sí, sí, solo déjame pegarle al que me tiró el agua encima – Dije escupiendo las palabras por la rabia que tenía, sacudí mi hombro para que quitara su brazo. Soy David, tengo veintidós años, soy de tez blanca, alto, pelo liso algo largo, color castaño rojizo, ojos verdes, cara algo ovalada, cuerpo corpulento pero no tanto. Extrovertido, alegre, chistoso y algunas veces me enojo… Un poco.


Lo busqué con la mirada por todo el patio de la casa de Frankie, pero en mi búsqueda me encontré con unos ojos grises tirando a azul hermosos, los más bellos que había visto, en ellos se podía ver el miedo y la tristeza, pero detrás de todo eso amor y ternura. La detalle completamente, Su pelo ondulado le llegaba un poco más por debajo de los hombros y tenía un flequillo que le hacía ver divertida, lo tenía rubio claro, sus ojos, como ya había mencionado grises tirando a azul cielo, su piel blanca como la nieve, sus mejillas tenían un pequeño tono rosado, que la hacía más hermosa, su cuerpo era como el de una muñequita de porcelana contando también su rostro que parecía el más delicado del mundo, era delgada y sus formas estaban bien delineadas. Traía un hermoso vestido estampado de flores, era sencillo decolores pasteles, pero hacía resaltar más su belleza, estaba descalza y por lo que podía notar no le incomodaba sentir el pasto verde en sus pies, a su lado vi sus sandalias blancas, también sencillas. En sus manos traía una cubeta… “O rayos…”

-¿Fuiste tú? – Trate de preguntarle con toda la delicadeza del mundo, si había sido ella, la había asustado por lo que dije antes.

En mi voz podía notar como salió amor y cariño, lo cual hizo que se calmara y que ya no mostrara miedo y tristeza en sus hermosos ojos. Asintió Levemente y se le sonrojaron más las mejillas. Sonreí ante ese acto y caminé a paso lento hacía ella, estaba a treinta centímetros de su cara, de sus ojos, su boca…

-¿Cómo te llamas? – Le pregunte con delicadeza.

-Andrea – “Andrea…” Sabía que ese nombre iba a quedar grabado en mi memoria para siempre. Su voz era soprano y cantarina, en otras palabras, la voz de un ángel- Tú eres David, ¿No? – Asentí levemente y levante mi mano en ofrecimiento a que la estrechara, pero ella evito ese gesto y paso directamente a darme un pequeño beso en la mejilla, el roce de sus pequeños pero carnosos labios rosados con mi piel causo un cosquilleo y pude notar como en sus ojos aparecía un destello especial y no dudé que en los míos pasó lo mismo – Es que me pareció… Divertido – Dijo con la inocencia de un niño de cinco años haciendo una travesura.

-David, David, David… ¡INCREIBLE! – Gritó Frank, me agarró por los hombros y me volteó haciendo que lo mirara a la cara causando que perdiera la conexión que tenía con Andrea, “Andrea…”. Me agitó haciéndome volver a la realidad, lo fulminé con la mirada y me crucé de brazos esperando una explicación de sus gritos – Mi pequeña hermana de diecisiete es tu pareja… -Ya va, ¿el dijo lo que creo que dijo? ¡¿HERMANA?! – Si, MI hermana David – Ah sí, se me olvidó mencionar que puede leer mentes – Mira que ella es completamente humana, no pudo con la energía en su cuerpo, así que si le llegas hacer algo te juro que…

-¡Frank! – Me volteé al ver que Andrea había gritado – Me se cuidar hermano, no te preocupes – Decía ahora mirándome a los ojos con la ternura y el cariño más grande – Dudo mucho que él me haga algo – Se colocó a mi lado y puso su mano izquierda en mi mejilla, mientras que su mano derecha agarraba mi mano izquierda, causando un cosquilleo en las partes en donde nos tocábamos. La volví a mirar a sus ojos, causando de nuevo la conexión de nosotros dos.

-Soy incapaz de hacerle cualquier cosa que le haga daño a tal ángel – Le dije a Frankie sin quitarle la mirada a su hermana, se sonrojo cuando le dije ángel, pero era la pura verdad.

-Bah – Dijo con expresión de asco – Hermano ya te pusiste muy cariñoso, no aguanto tanto amor, además, les daré tiempo para que se conozcan y eso. – Le dio un beso en la mejilla a su hermana y a mí un apretón de manos – Eso sí Andrea… Ni se te ocurra volver hacer algo así, es muy peligroso – Dijo sin siquiera voltear a vernos y entro rápido a la casa.

Miré a mi lado pero pude notar que Andrea ya no estaba, la busqué alterado por todo el patio, cuando la vi sentada debajo de un árbol de Jazmines. Me acerque a ella a paso rápido y me senté junto a ella.

-No sabía que Frank tenía una hermana… - Le dije agarrando sus manos, mientras la miraba a sus ojos.

-Sí, es que viví con mi madre estos últimos tres años y no había podido venir a visitar a mi padre y a Frankie, llegue ayer – Dijo mirando la casa de color beige claro, de repente se volteó y miró mis ojos directamente – ¿Tú tienes hermanos?

-No, soy hijo único. Pensé que Frankie lo era también ya que no me había contado nada, pero ahora la cosa que no entiendo, es como no pudiste con la energía, de verdad no lo entiendo…. – Me daba pena preguntarle esto a ella, así que baje la vista y me concentré en nuestras manos unidas.

-Bueno… Algo que deberías saber es que mi madre es mortal, mi padre no lo es, toda su familia y su sangre lleva la energía, mi hermano Frank si lo heredo pero yo no, no es que no pude con ella, mi hermano siempre me molesta por eso.

-Bueno, me parece muy maleducado de su parte – Bueno, hasta a mi me sorprendía como había cambiado de un segundo a otro desde que la vi, nunca en mi vida había llegado a ser tan caballero con un chica y mucho menos con una tan hermosa.

Tampoco nunca alguna me había parecido antes atractiva, hasta ahora. Me sorprendía lo fácil que me era comunicarme con ella, reír, sonreír y cualquier otra cosa que me hiciera feliz. Mi pasado no era para recordar, era uno por el cual alegrarse de que paso y no quedarse llorando y diciendo “Oh!, qué tiempos aquellos”. Le pregunté sobre ella, me dijo que le encanta la fotografía y posar en fotos, que le encantaba pintar, especialmente con acuarela, tocaba el violín y el piano, amaba las ensaladas, ya que era vegetariana, cantaba, bailaba ballet y baile contemporáneo son su pasión. Me contó que sus padres se habían tenido que separar porque era peligroso para su mamá vivir con su padre, pero que a pesar de todo se siguen amando. Vivía con su mama en una finca con caballos y un lago, donde le encantaba montar y nadar. Su yegua se llamaba Lía, era negra con una mancha blanca en la frente. También me conto que en invierno, cuando se congelaba el lago, patinaba y que eso le causaba mucha tranquilidad. Por más simple que me parecía lo que me contaba más interesado estaba en ella.

-Bueno, he contado mucho de mí y yo apenas se me tu nombre – Decía con un ligero rubor en sus mejillas - Cuéntame de ti.

En ese momento me llegaron los recuerdos de mi niñez, mi padre pegándole a mi madre con su puño mientras le gritaba, en otra él borracho mientras acosaba a mi madre, en otra donde estábamos él y yo… Y él me pegaba, gritaba y me acosaba. Descarte rápidamente las imágenes del recuerdo de mi niñez, el cual no era mi grato. No había desviado mi mirada de ella, lo cual debí haber hecho ya que mis ojos se habían llenado de lágrimas, mire hacia otra dirección pero ya era tarde, había visto mis ojos y el sufrimiento que acompañaba a estos –Lo, lo siento… No… - La callé, le había puesto uno de mis dedos en su boca. No podía dejar que se culpara por algo que ella no había cometido, el dolor que sufrí por dieciséis años, del cual había escapado y aun así tengo cicatrices.

-No es tu culpa que me haya puesto así, es solo que mi pasado no es muy grato que digamos – Le quite mi dedo de sus hermosos labios y le acaricié la mejilla, la mire a los ojos y pude notar como estos estaban cristalinos, la bese en la frente y continué mi relato – Desde que era un chico mi padre nos maltrataba a mi madre y a mí, ella trabajaba todo el día mientras que yo me iba a la escuela y regresaba a las 5 a mi casa, cuando llegaba recibía maltrato de mi padre, el no trabajaba y no recuerdo un día en que lo haya visto sobrio, luego mi mamá llegaba a las 10 de la noche, me dejaba a mi tranquilo, con moretones y sangre, y empezaba a maltratar a mi madre, le gritaba y la acosaba. Un día ella no aguanto y se fue, desde ese día no la he vuelto a ver. Mi padre se puso muy furioso, así que ya te podrás imaginar lo que me paso, esa misma noche, cuando él se durmió me escape. Lamentablemente él se dio cuenta y avisó a las autoridades, estas me encontraron y pase doce años de mi vida con él, ya ahí me logré escapar y no me pudo encontrar. Tampoco lo he vuelto a ver, no busqué a algún familiar para que me acogiera en su casa, ya que mi padre me iría a buscar ahí, entonces vague la mayor parte de mi vida en la calle por dos años, una señora me vio un día y sintió compasión por mí, ella se llamaba Tracy, tenía unos catorce años cuando ella me recibió, desde entonces he estado con ella – Había estado tan metido en mi relato que no me había dado cuenta de que ella estaba llorando en mi pecho.

Levanté su cara con delicadeza, bese sus mejillas y le limpié las lágrimas con mis manos, sin dejar de mirar sus ojos, le sonreí, esa sonrisa había salido de mí corazón, no quería seguir viéndola así. Ella se sonrojo y me la de volvió. Miré sus labios con deseo y me fui acercando a ella lentamente a lo cual ella respondió cerrando sus ojos y acercándose…

Abrí los ojos tenía que hacer que ese sueño se convirtiera en mi futuro, hacerlo posible, pero solo podía hacerlo estando aquí. Me encontraba en una habitación a oscuras, había una luz en lo más alto del techo pero no alumbraba toda la habitación, solo una parte donde se podía ver la sombra de alguien, un hombre, pero no podía verle la cara. Me acerqué a él a paso lento, tenía que cuidarme por si acaso era una trampa.

-Dime, ¿Qué pasara ahora? – Mi voz era áspera, algo ronca y de ahí salía el odio. El noto muy bien mi tono de voz y lo que quería decir, puesto a lo que respondió con una amarga risa - ¿Qué pasara ahora? – Alcé mi tono de voz a un punto de parecer que estaba gritando, cosa que no hacía.

-Tendrás que cumplir algo que podrá costarte la vida, pero ella se salvara – Rió esta vez con algo de maldad, sentí como mi pecho se llenaba de aire, mi odio hacia él crecía demasiado para mi gusto, cerré los ojos, tratando de no dejarme llevar por este – Yo pensé que no ibas a caer en el amor David, pero me equivoqué – Suspiro y empezó a caminar de un lado al otro, abrí mis ojos y empecé a demostrar mi odio – Eres otro idiota que cae en el mismo juego, eso ya lo sabías, pero me sorprende que te estés arriesgando aún así sabiendo que perderás tu vida por salvarla, ¡No la tendrás nunca! Además ella nunca sabrá que fue su amor el que le salvo la vida, es triste… De verdad que es triste ver como ustedes los enamorados hacen todo eso simplemente por una persona… Lamentable.

-¡¿Idiota?! ¡¿Triste?! ¡¿LAMENTABLE?! – Había estallado, lo reconocía. Solté la risa más amarga que nunca antes había expresado y lo miré con odio, él lo único que hizo fue sonreírme maliciosamente, me entrego un sobre negro y se fue.

Sabía con lo que me enfrentaba, sabía que todo esto era solo parte de un juego, uno muy cruel. Salí de la habitación y me encontré en atrapado en las calles de Manhattan, miré a mis espaldas y la puerta negra que estaba al fondo del callejón había desaparecido. Suspire y caminé al Starbucks que tenía más cerca. Entré, me dirigí a uno de los señores que trabajaba aquí y le pedí un Frappuccino, me senté y me quedé mirando el sobre negro que estaba ahora sobre la mesa. Tomé un sorbo del café que había pedido y abrí el sobre para ver en que me había metido…

“Muy bien David, aquí está tu misión, cúmplela bien y quizá salgas con vida… “

Atte: Coddy.

Misión: Matar a Frank
Lugar: El bosque detrás de su casa.
Hora: Tienes que estar allá a las 3 en punto, el estará ahí.

No podía creer lo que decía la carta… Sentía como mi respiración se corto y me quede helado, con la mirada fija en la nota que tenía entre mis manos, lo que quería hacer era arrugarla y quemarla, pero se me había ocurrido un plan… Y para llevarlo a cabo necesitaba de la carta.

Hora: 3 de la tarde.
Ubicación: Patio de la casa de Frank.
Posición: Ataque.

-Sabía que estarías aquí, esperándome – Interrumpiendo mis pensamientos – Pero no sabía que ibas a estar aquí a la hora exacta.

-Ya te dije que esto iba enserio y como no me creíste llegue unos minutos antes para asegurarme de que vendrías – Sonreí lo más amargo que pude y me volteé a mirarlo, estaba vestido con unas bermudas blancas con cuadros negros, una camisa negra y unas sandalias. Le entregué la carta y el la vio sin ningún rastro de emoción en tu cara.

-Entonces ¿Qué piensas hacer? –Dijo con un tono amargo y seco, mientras me devolvía la carta.

-Aré exactamente lo que dice ahí.
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Hola chicas como estan todas? (:
primero que nada lamento con toda mi alma no haber publicado todo este tiempo >_<
es que la mardita inspi me tiene mal ._.
no llega se los juro
es TERRIBLE .__.
pero bueno aca les traigo la primera parte de este OS
que sinceramente adore :B
espero les haya gustado*-*
Yo amee a David <3 ...="" p="">
bueno hasta una proxima entrada... que espero sea pronto :D
byeee! (: las quierooo <3 p="">
PD: al lado hay un cuadrito blanco, ahi me pueden hacer todas las preguntas que quieras^^

sábado, 6 de septiembre de 2014

Fondue de chocolate

Hace unos días fui a la boda de una amiga con mi novio y realmente la pasamos excelente. Ella y su -ahora- esposo son de las personas más divertidas que conozco y bastante fuera de lo normal, así que la fiesta para celebrar que se habían casado fue muy distinta a las que ya había asistido. En este caso no hubo la misma comida de siempre, ni la mismas bebidas, ni la misma música que todos colocan. Y lo que sí repitieron trataron de darle su propio toque único.

Una de las cosas que sí tenía repetidas, que he visto en otras bodas y que suelen tener en fiestas similares, fue un fondue de chocolate. Ellos decidieron que cada mesa (que era de seis personas) tuviese de centro de mesa un poco de fundue para picar toda la noche. No tenían centros de mesa con flores ni nada similar, sino fondue toda la noche, lo que evitó que también hubiese una mesa con botanas.

Primero nos colocaron un poco de fondue de queso que consistió en tener una olla caliente y una bandeja con los ingredientes del fondue. En este caso era una gran variedad de quesos, un poco de crema de leche y pimienta si alguien quería agregarlo. Las personas de la mesa tenían que decidir qué quesos pondrían en su fondue y "jugar" con esto para mantenerse divertidos. También teníamos otra bandeja con cosas para mojar en el fondue, como carne cocida, pan, salchichas, nachos y otras cosas divertidas.

Llegó un momento en que removieron el fondue de queso y colocaron unas ollas limpias para hacer el postre, que obviamente era de fondue de chocolate. En este caso teníamos también una bandeja de ingredientes para probar con distintos tipos de chocolate, de varias marcas. Fue muy especial todo porque además habían especias como cardamomo, canela y nuez moscada para agregar al fondue. Así fue como aprendí cómo hacer el fondue de chocolate, aunque a esta hora de la noche ya tenía algunos tragos encima, así que cuando quise tratar de hacer una réplica... ¡lo había olvidado!
Sacado de PostresConChocolate.com


Buscando en Internet me he conseguido con esta receta de fondue súper simple que se puede usar con cualquier tipo de chocolate. Lo mejor es que la entrada explica también todo la historia del fondue y qué cosas puedes mojar en él, que justo están explicadas en el gráfico de arriba, que tan genialmente al incluido. Yo recomiendo echarle canela al fondue porque realmente me encanta, pero cada quien con sus gusto; hay gente que odia esto.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Aniversario y un regalo para ustedes.



Todo es un Arte, aunque no nos demos cuenta.






-No entiendo tu pasión…. ¿Cómo logras inspirarte tanto? – Me dijo el chico de pelo  negro, mirándome con sus ojos de color miel, tenía una ligera risita burlona por la expresión de mi cara – Vamos dime tu secreto, no se lo diré a nadie – Su tono seductor me daba risa, pero no podía hacer nada contra mi mejor amigo, nunca cambiaría.

-Yo no entiendo la tuya, ahí te va la misma pregunta ¿Cómo te inspiras tanto? - Le dedique una sonrisa burlona a lo cual él respondió con un simple bufido – Vez… Tú no tienes palabras para explicar la pasión que sientes por la fotografía, he tratado un millón de veces sacar aunque sea una foto hermosa y no lo he logrado, en cambio tú sí – Me miró con esa sonrisa que amaba tanto de él.

-Bueno tienes razón, la verdad no sé cómo explicarlo… Así que dejémoslo como, um… Una forma para expresarseArte, así de simple  Yo con la fotografía me expreso, aunque no lo parezca y sé que con todo lo que tú escribes te expresas… Es obvio, dices lo que sientes, pero no literalmente y aunque no lo consideres, es arte – Me llego por detrás, paso sus manos por mi cadera abrazándome y beso mi coronilla, sentí como posaba sus labios a escasos milímetros de mi oreja - ¿Qué tal si te enseño mi arte y yo el tuyo?

Sonreí ante su comentario, siempre he querido tomar buenas fotografías y él ya me había comentado ya varias veces que quería aprender a expresar de esta forma, aunque sea escribiendo poemas. No, él no es de esos chicos enamorados o de los tímidos que nunca lo dicen de frente, él es mi amigo el mujeriego, el rebelde y si les soy sincera… Lo prefiero así, aunque debo admitir que nos conocimos gracias a que el me trataba de engatusar, a simple vista parezco fácil, tímida e inocente pero la verdad, no lo soy. Me solté de su agarre y me volteé.

-¿Quién va primero? – Me sonrío y enseguida agarró el estuche donde se encontraba su cámara – Genial

Nos dirigimos al patio de su casa y empezamos con el pequeño taller privado que me estaba haciendo, me explicaba cuales ángulos eran los mejores para las tomas, como debía tomar la luz, los espacios y todas esas cosas, la verdad que me costaba bastante, pero después de unas dos horas le agarre más o menos el truco, aunque no me quedan como las fotos que el toma… Pero lo suficiente como para poder mejorar poco a poco.

Había aprendido como tomar buenas fotos pero no la parte de expresarse con estas, no tiene sentido tomar fotos sin sentimiento, vacías, sin nada que decir… No significarían nada.

-Ya aprendiste lo básico, de ahí pueden surgirte nuevas ideas o improvisar, ya veras, quizás algún día seas mejor que yo fotografiando…. – Le dirigí una mirada incrédula – Naah, sabes que eso nunca pasará – Me miró con una cara burlona, la cual ignore – Vamos, ahora me toca aprender de ti – Lo seguí ignorando pero aun así iba a cumplir, entre en la casa y busqué una hoja del block y un portaminas y m devolví afuera.

-Ya puedes quitar esa sonrisa estúpida de tu cara William – Cambió su cara enseguida cuando lo llame por su nombre completo y gracias a eso me había ganado su más hermosa cara de odio, me parecía gracioso cuando él se enfadaba por cualquier tontería que yo le dijera.

-Sabes que odio mi nombre completo Victoria Eugenia, para eso existen los sobrenombres como Will.

-¡Oh! Perdóneme su majestad, si quiere también escribo por usted, ¿algo más…? ¿Agua, refresco, comida…?

-Deja el teatro y vamos directo al grano – Gruñó.

-Si eso es lo que quieres… - Solté una pequeña risita pero evité mirarlo a la cara, debía estar sacando humo por las orejas – Además no tenías que decir mi nombre completo, ush.

-Si eso es lo que quiero – Murmuró por lo bajo y soltó una ligera risita por lo último que dije – Ahora dime ¿Cómo hago para escribir?

-Pues simplemente agarras el lápiz y con él en la hoja vas poniendo palabras y ¡Guala! Escribiste cariño – Le puse mi mejor sonrisa, él simplemente me saco la lengua y me quitó las cosas.

-Ya mucho, seriedad por favor – Traté de poner mi mejor cara seria, pero me salió más una morisqueta que eso y nos terminamos de reír como locos – Si existiera una universidad para payasos tu no durarías dos días, apenas llegues te darían el diploma – Seguimos riéndonos echando broma, olvidándonos del tema por unos segundos – Ya, ya… - Entre tantas carcajadas de parte de él y de las mías apenas lo podía oír, así que trate de relajarme un poco y parar – Vamos a lo que se supone que comenzamos todo esto, me expresare mejor para que no ocurra de nuevo – Me dirigió una rápida mirada y volvió al tema - ¿Cómo hago para expresarme escribiendo? Como tú lo haces…

-Bueno… piensa como te sientes, luego busca las palabras perfectas para reflejarlo y trata de escribirlo, si tienes una idea trata de transmitirla…. Esto es distinto a la fotografía, pero sigues expresando sentimientos, claro que si lo haces sin estos… No vale nada.

-Creo que ya entendí… - Miró el reloj y continuó – Dios, ya casi son las 12 am, ¿Viniste en carro?

-Sí,  avísame que escribiste, tengo curiosidad por saberlo, nos vemos mañana – Antes de pararme le di un beso en la mejilla, él me miro y en sus ojos pude denotar alegría, me dirigí fuera de su casa.

Me monte en el carro y prendí la radio para escucharla camino a la casa, la cual estaba a unos 10 minutos de la suya. Las calles estaban totalmente vacías por la hora y bueno, también es porque era entre semana. Mi cerebro pasaba los momentos de hoy como  fotografías, “ya entendí con lo que me quería decir con lo de expresarse…“En ese momento sonó mi celular, miré el identificador de llamadas y vi que era Will. Se me dibujo una sonrisa en la cara, antes de poder contestar sentí una fuerte luz, mire al frente pero terminé por verlo todo blanco…


***




“…Hoy en la madrugada ha ocurrido un terrible accidente, un conductor ebrio choco contra un carro en donde iba manejando una joven, este por no estar en estables condiciones ocasionó el accidente, él conductor salió con heridas graves pero sigue vivo… Lamentablemente la joven no ha salido con tanta suerte del accidente, esta tuvo heridas más graves que las del conductor ebrio y eso le ocasionó la muerte a la joven Victoria Bluch, lamentamos la perdida a todos sus familiares y amigos…”

¿Vick?... ¿Ella murió?  Mire de nuevo las fotos que habían tomado del accidente, la camioneta había destrozado completamente el carro de mi mejor amiga Debiste acompañarla, ¡Idiota! Mientras seguía criticándome sentí como algo cálido y húmedo bajaba por mi mejilla. Primera vez en toda mi vida que lloro ¿Y cómo no hacerlo? Pasaba gran parte de mi tiempo con ella ya que era la única que no le importaba mi físico, solo… me quería. Seguían brotando lágrimas de mis ojos, cada una lamentando su perdida, maldiciendo con toda mi alma al conductor ebrio que había ocasionado todo eso. No tiene sentido que una persona como esa salga vivo y otra persona que había podido ser una de las mejores personas en esta vida, haya muerto. No tiene sentido, es ¡injusto!

La rabia y el dolor me consumían, así que apague el televisor para no ver las imágenes de su muerte, no quería sentirme peor. ¡Maldición por eso no me había contestado! Mire el sobre que estaba en mi escritorio, ¿Ahora como se lo daré?


***


“Queridos hermanos, estamos aquí reunidos……”

No quería escuchar el discurso que el sacerdote iba a decir, total, odio la religión y a Vick siempre le dio igual todo eso, no tenía sentido escucharlo darlo un sermón si mi mejor amiga lo odiaría.  No, no estoy en su funeral tampoco, me aleje lo suficiente para que no me vieran y justo ahora me estoy yendo, no tiene sentido quedarme, Vick siempre decía que pasará lo que pasará nunca quería ni ser cremada ni que le hicieran un funeral, se nota que sus papas no la conocían.

Se preguntaran que hice con él sobre… Pues lo tengo yo, me hubiera encantado dárselo y que se lo quedara ella, pero tampoco iba a dejar que se lo llevaran a la tumba con ella ¿Porqué?  Por el simple hecho de que ella nunca sabría lo que está ahí dentro, es un cuerpo sin vida. Suprimí las lágrimas que querían salir y me dirigí a mi casa.

Al llegar subí a mi cuarto y vi de inmediato el sobre encima de mi cama, caminé lentamente hacia esta y miré fijamente el sobre. A la final decidí abrirlo y volver a ver su contenido…


“Hey Vick… Bueno de verdad no se qué escribir, pero ahí voy…

Siento en estos momentos alegría, sí, eso mismo, alegría… Y algo de enojo, tú sabes  por qué.

Siento que ahora no todo esta tan oscuro como antes ¿Sabes? Desde que te conocí me has hecho cambiar un poco, no totalmente, pero si lo suficiente como para que estés orgulloso de mí. Nunca te dije ni te lo deje saber, pero mi vida era un asco antes de que llegaras y no, antes de que pienses no te esto declarando amor eterno, Puag, sabes que no creo en eso. Lo digo porque antes estaba perdido, mi vida no valía la pena, de verdad no sé como nunca se me había ocurrido la idea de suicidarme, una vez casi lo logró pero fue por accidente, una sobre dosis de drogas… Si yo consumía, pero eso era ANTES, después de eso juré nunca volver hacerlo, aunque eso no quitó el emborracharse y fumar algunas veces.  Pero cuando te conocí me hiciste ver que la vida no solo se puede vivir de esa forma, aunque sabes que a veces bebo y fumo, ya no lo hago tanto como antes.

Me sentía atrapado por mí mismo, en una jaula, como un pájaro con las alas rotas, en la oscuridad. Gracias por sacarme de ese abismo.

Sé que no es mucho esto que escribí... Pero es algo, ¿no? Espero que te guste.

PD: Mientras tomabas unas fotos, aproveche y yo te tome una cuando no te diste cuenta, por cierto, sales adorable…

Tú sabes que te quiero,  Will.


Volví a mirar aquella foto que también había metido en el sobre para ella, salía hermosa, iba a extrañar esos ojos azul cielo, en los cuales pareciera que estuvieran en el centro algunas nubes y esa alegría en ellos, iba a extrañar su pelo liso pero algo alborotado de un color castaño rojizo, su sonrisa que me ayudaba cuando estaba mal, su torpeza, su agresividad… Iba a extrañar TODO de ella. 

Miré de nuevo la foto, esta foto la iba a tener guardada por siempre, nunca me iba a olvidar de ella.


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Espero que les guste esto que escribí.... Lo hice por el aniversario del blog
ahí solo mencioné a la fotografía y a escribir como arte, pero no solo eso es are y bueno, eso ustedes ya lo saben.
La música, pintar, dibujar, bailar, crear, imaginar... Todo es arte, creo que no hay palabras mejores que el título del Os para describir lo que quiero decir
de verdad espero que les guste, si se preguntan por el cap, todavía sigo con ello, de verdad disculpen mi demora!

Quiero agradecerles por estar pendientes del blog, sin ustedes el blog no hubiera cumplido el año, les quiero agradecer por su compañía.
Cuídense! un beso


Les deseo un feliz año, suerte en su 2011
Las amo
Val